Decidí estudiar diseño gráfico porque siempre he sentido una profunda conexión con la creatividad visual. Desde joven, me fascinaba la manera en que las imágenes podían transmitir mensajes poderosos. Quería convertir mi inclinación natural hacia la creatividad en una habilidad especializada. Vi en el diseño gráfico la oportunidad de fusionar mi pasión con herramientas avanzadas, buscando no solo expresarme, sino también impactar a través de la estética visual.